domingo, 5 de febrero de 2012

Johnny Thunders - "So Alone"


Héroe del primer punk con New York Dolls y líder de combos de culto plenamente integrados en la movida CBGB como los celebrados Heartbreakers; fan irredento de Dylan y compañero de andanzas de Dee Dee Ramone; Sórdido y romántico; bohemio y maldito; Todo eso, y suponemos que mucho más, podríamos decir acerca de la figura de Johnny Thunders, quintaesencia del beautiful loser y poseedor de una singladura digna de análisis.

"So Alone" fue el primer disparo en solitario del menudo guitarrista neoyorquino, la culminación de su década de los 70's, frenética y desquiciada. Un disco de madurez (pese a que su autor ni siquiera llegaba a la treintena) y de recapitulación de acontecimientos, de echar la vista atrás para rendir cuentas con sus influencias así como con su propio pasado, pero sin dejar de mirar hacia el presente.

Desde la misma portada, pasando por el repertorio más íntimo y acústico del redondo, el espectro de la melancolía sobrevuela los surcos de "So Alone". Aunque, no os dejéis engañar del todo por el título y la instantánea de la cubierta, ya que para la ocasión Johnny contó con una apabullante nómina de invitados que, cosa inédita en la época, hermanaba a punks, pub rockers y hasta algún coloso del classic rock. Por ahí desfilaron miembros de, entre otros, Sex Pistols, Eddie And The Hot Rods, The Only Ones,Thin Lizzy o Humble Pie. Tal era el poder de convocatoria de aquel que se decía "Nacido para perder".

La apertura escogida no podría ser más desconcertante, una fiel y cruda recreación de "Pipeline", el viejo hit surf de The Chantays que da paso al que quizá sea el corte más conocido del disco (y, porqué no decirlo, del propio Thunders) esa descorazonadora e infinitamente melancólica canción que es "You Can't Put Your Arms Around A Memory", díficil transmitir con unos pocos acordes las toneladas de desazón que desprende el tema.

Nuevo cambio de registro en "Great Big Kiss", cover de las Shangri-Las que ya había sido visitado con anterioridad por las muñecas de Nueva York, para tomar la acústica de nuevo y atacar "Ask Me No Questions" . "Leave Me Alone" es la clase de pildorazo marca de la casa, tan arrebatado y eléctrico cómo rebosante de dolor. Es en la mil veces revisitada "Daddy Rollin' Stone" donde cuenta con la ayuda de todo un Steve Marriott (Small Faces, Humble Pie), cuya presencia da buena idea del nivel de clásico en vida -aún de culto- que había alcanzado nuestro hombre.

"London Boys" es toda una vindicación de clase, de su condición de punk urbanita neoyorquino frente a la, no del todo fiable -para él, claro- eclosión british ("You're little London boys/ You think you're gonna fool me?/ Ha ha ha ha" Más revelador, imposible.) En el plano estrictamente musical, uno de sus grandes himnos.


"[She's So] Untouchable" marca lo que quizá sea el comienzo del flirteo de Thunders con sonidos más cabareteros y de raíz europea (... ese saxo!) Sonidos en los que ahondó a lo largo de la década de los 80's. Le guiña un ojo a la banda que le dió a conocer regrabando su "Subway Train", joya, no todo lo recordada que se merece, incluida en el debut de New York Dolls. "Downtown" es una suerte de blues de abigarrado final punk, que da paso a la Thunderiana "Dead Or Alive". 

"Hurtin" es la clase de canción que hace de Johnny Thunders un compositor tan especial e idiosincrático. Ese comienzo de pop de jukebox 60's, ese puente intermedio, y ese final que no habría desentonado entre los surcos de un "Too Much, Too Soon"; Colosal.


Llega el turno de "So Alone", tema-exorcismo, de reconocible parentesco con el primer Dylan (más concretamente con su "All Along The Watchtower") y con un Johnny echando el resto. Lo que hubiese sido un cierre coherente se ve desmentido por "The Wizard", típico tema fruto de un proceso de grabación distendido en el que los filtros de selección no eran todo lo rigurosos que debían: Puro relleno grabado en una toma, hablando claro.


"So Alone" confirmó la vitola -que venía dibujándose desde los albores de la década- de personaje de culto que acompañó a Johnny Thunders el resto de su vida. Por delante quedaban algunos discos más, estancias en París, conciertos gloriosos, conciertos correctos, conciertos lamentables y la crónica de una muerte anunciada desde hacía años que terminó por encontrarle, de la peor de las maneras, en Nueva Orleans.
 Su obra en solitario sigue poseyendo el aura de cruce de caminos entre rabia punk, actitud clásica y delicadeza folk por la que siempre apostó, poniendo en el envite su corazón y los demonios de su tormentosa existencia. 

13 comentarios:

  1. Un maestro. "(…) esa descorazonadora e infinitamente melancólica canción que es "You Can't Put Your Arms Around A Memory", díficil transmitir con unos pocos acordes las toneladas de desazón que desprende el tema." El tema y todo el disco, que no podía tener título más acertado, a pesar de los invitados. Estamos solos desde el principio hasta el final.

    Saludos, Tyla.

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  2. Todo un clásico del rey de los malditos Juanito Truenos. Evidentemente "Leave me alone" me la pone dura, pero le tengo también como Gonzalo un gran afecto a "You can't put your arms...". Desconocía lo de los invitados. Abrazos.

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  3. Te puedes creer que un malnacido hijo de puta me robó hace unos meses mi querida camiseta de Thunders que reposaba placidamente en la azotea? Has definido perfectamente el disco. El mejor que hizo jamás en solitario y uno de los sagrados del punk. La lista de amigos que se sumaron es espectacular, se ve que el tio además era muy muy querido.

    Un saludo.

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  4. Un fenómeno, mira que siempre he venerado a The Clash, pero Thunders para mí es el Leonard Cohen y el Tom Waits del Punk. "You Can't Put Your Arms Around A Memory" habla por sí sola. Un abrazo tío

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  5. Genial repaso a este disco, me has animado a recuperar el post que hice sobre este disco y a volver al disco, pura honestidad, desde la provocación de 'London Boys' a sus propios demonios. Te prodigas poco por aquí pero cuando lo haces sentencias, bandido.

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  6. C'mon boys!

    Gonzalo, terrorífica (y certera en cierto momento) sentencia la tuya. Es curioso el contraste entre versiones de oldies "festivos" y material a tumba abierta (Por cierto, una de esas "conexiones" que tanto nos gusta debatir: Los Turbonegro fusilan "Leave Me Alone" en su "Humilliation Street")

    Johnny, sí, el otro Johnny era un grande por propio derecho, un clásico del rock, le pese a quien le pese.

    Lorbada, albricias, eres el tío de los robos: ¿No sería el mismo que te birló la Epi, no? Ya ves si rockeaba Thunders, juntar en un disco a Steve Jones y a Steve Marriott, tiene miga la cosa.

    Alex, para mi, puestos a elegir, tiene mas concomitancias con Dylan (a quien versionó profusamente a lo largo de su vida). Fuere como fuere, coincidimos en lo esencial, bajo su corteza punk latía una identidad artística sensible, personal, e intransferible.

    Aitor, si mal no recuerdo, fue el que publicaste antes de que los de blogger se pusiesen farrucos, ¿no? Gracias por tus elogios!

    ...Muy contento de teneros por aquí, abrazos y Rock-On!

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  7. Mi querido Tyla. Justo el viernes estuve en un mitico bar de Malasaña en el que el dueño (mitico también por los lares, el Johnny del Nueva Visión), me invitó a pasar a ver sus discos y a dejarme ayudarle a elegir temas. Entre todos los super vinilos que tenía no se le ocurrió sino pinchar una versión de can't seem to make you mine del disco con Patti Palladin, mientras me contaba sus juergas con él de joven.
    Pero ojalá me hubiera puesto algo de este disco. Es uno de mis preferidos sin duda, lo que el beautiful loser de Johnny Thunders transmite es tan, tan grande, siempre rozando la decadencia y el fracaso... Coincido y recalco igual que Gonzalo lo de You Can't put your arms around a memory. El otro dia la escuché en los Soprano y me emocioné, qué grande era Thunders. Genial artículo, Tyla.

    Por cierto, la reseña de Aitor Perry sobre este disco es alucinante también.

    Un abrazo, ya te echaba de menos!!!

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  8. Un primer disparo que dio en plena diana. No se puede empezar con mejor pie con este "So alone", donde no hay un sólo tema de desecho. Todo es ¡cojonudo!
    Por cierto, perfecta reseña a un disco imprescindible en cualquier colección que se precie!!

    Saludos.

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  9. Anna,menuda Rock and Roll Queen estás hecha, y menudos contactos gastas, ¿eh? Así da gusto, mon dieu. El "Copy Cats" siempre me pareció un buen disco, aunque nunca me mató, creo que le debo un rescate.
    Como bien indicas, el binomio decadencia/fracaso siempre jugó su papel, a veces en exceso (esos shows con Johnny tirao en un colchón, más bajo no se puede caer) "You Can't..." es, hoy por hoy, tan grande como un "Dead Flowers", un tema mítico y colosal del Rock.

    Rockland, pues si, aunque no es de extrañar, a Johnny se le daban de fábula los debuts, ahí tenemos, aparte del reseñado, los de Heartbreakers y New York Dolls.

    Gracias por vuestras palabras y por seguir ahí, Rock On!

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  10. Uno de mis discos favoritos de siempre.Donde demuestra su amor por la música de los 50´s.El poder de convocatoria no se si debía ser de él o de las sustancias que habría por el estudio porque menudos elementos, debería ser peligroso caminar descalzo.Steve Lillywhite, el productor se gano el sueldo
    http://miramarrockmagazine.blogspot.com/

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  11. Supondremos que ambas. Cierto es, Martin, hubo una época en la que la fórmula "Disco multitudinario=Degeneración a go-gó" era rigurosamente cierta.

    Voy a ojear tu blog, dude! Rock On!

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  12. Aparte de felicitarte una vez más por una entrada colosal, Tyla permíteme tirar del "tòpico": lo que So Alone encierra son canciones echas con las tripas y el corazón (nada más y nada menos).

    Un saludo.

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  13. Gracias por tus palabras, Agente. Y sí, los latidos de "So Alone" son particulamente palpables.

    Rrrrock On!

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