domingo, 26 de agosto de 2012

Buddy Holly And The Crickets - The "Chirping" Crickets


El Pop, en su acepción de música de voluntad abiertamente universal, lo inventó un muchacho blanco de Lubbock, un tipo de aspecto apocado que, como tantos otros de su época y lugar, recorrió de manera apresurada la senda que llevaba del country al incipiente rock and roll. Por el camino, el hallazgo de una veta cuyo filón no podemos asegurar a ciencia cierta que se haya extinguido: El destello de las gafas de carey de Holly iluminó, de un modo u otro, las singladuras de Bobby Fuller, The Beatles, The Searchers, Beach Boys, John Fogerty, Bob Dylan y muchos más. En cierto modo, todo lo que vino después está indefectiblemente en deuda con el concepto de la melodía del que hizo gala el tejano a lo largo de su breve existencia.

De "The "Chirping" Crickets" podría decirse que es poco menos que el libro de estilo universal del pop y el rock: Sus estructuras, sus secuencias de acordes, su uso de los coros, sus arreglos,sus riffs; todo mil veces expoliado por sus sucesores. Sin conseguir desgastarlo. Como alguien hizo notar en una ocasión, estamos ante uno de esos discos que siempre parecerá que se grabaron hace una semana. Imposible atribuirle los cincuenta y cinco años que carga sobre sus surcos.

Conformado por una equilibrada selección de versiones y temas propios, son estos últimos de lo mejor del redondo. Ahí tenemos la jungle music heredada de Bo Diddley campando a sus anchas en "Not Fade Away", el aire misterioso que empapa, en su infinita candidez, a "Maybe Baby", los prístinos ejercicios de rock and roll que son "Tell Me How" y "I'm Looking For Someone To Love", el baladón "Last Night" y la imperecedera "That'll Be The Day", de exquisito cuño e inspiración johnfordiana.

Del lado de las versiones encontramos una relecturas de "Oh Boy!", de su paisano Sonny West (Del que colegimos se quedó como Carl Perkins cuándo Elvis se apropió de su "Blue Suede Shoes": Compuesto y sin canción) que pasó a engrosar lo más granado de su repertorio; "You've Got Love" del que fuera compañero en los Teen Kings de Roy Orbison, Johnny Wilson; "It's Too Late", guiño a un Chuck Willis al que le quedaba poco tiempo sobre este mundo; "An Empty Cup (And A Broken Date)", perteneciente al repertorio del aún verde Roy Orbison de la época Sun Records, la popularizada por Little Richard "Send Me Some Lovin" y "Rock Me My Baby", cedida por la dupla Heather-Long y con la que se cierra el LP.

En algo menos de media hora cuatro tipos de pueblo habían sentado la base de lo que sería el concepto de grupo moderno, esto es, el andamiaje del que se valdría generosamente la british invasion para impulsarse a los USA, y de ahí al mundo, algunos años después. En poco más de dos años, Buddy Holly marcó a fuego su impronta en el entramado del rock and roll de manera perenne. Y es que conviene recordar que,  en el día de su muerte, también murió la música.